AUTORRETRATO
Soy una persona
bastante atlética, de estatura media (1,74 cm de altura) y un peso de 81 kilos.
Tengo pelo corto, lo justo para peinármelo de punta y los laterales más cortos
aún, el color es negro, tan oscuro como la noche. La forma de mi cabeza es
redonda como una esfera, unas orejas de tamaño medio seguidas de una frente
despejada. También unas cejas bastante pobladas, unos ojos apagados y de un
color marrón muy oscuro como el carbón, rodeados de un perfecto color blanco. Mis
ojos están protegidos por unas pestañas no muy largas y algo caídas. Una nariz
pequeña y ordinaria, unos pómulos carnosos y suaves, una gran boca con un gran
labio inferior y uno más pequeño superior, una perfecta dentadura en la que
sobresalen unos largos colmillos. Una barbilla dentro de lo normal en perfecta
formación con la cara y un fino pero duro cuello. El torso fibrado, fruto del trabajo
en el gimnasio. Le siguen unas extremidades superiores largas y también
fibradas, en el bíceps derecho se puede ver un pequeño tatuaje de un dragón con
una rosa en medio de él (esa rosa actúa como un corazón, y si el corazón del
dueño es dañado, este perderá sus hojas poco a poco). Al final de estas
extremidades hay unas manos bastante anchas con unos dedos gruesos y unas uñas
muy cortas. Más abajo tenemos una tripa plana y menos trabajada muscularmente
que las demás secciones, una ancha espalda bastante trabajada en la que podemos
distinguir un gran tatuaje de un gran dragón medieval, el cual quiere decir que
tengo una fuerte voluntad y un gran coraje. Tengo un trasero respingón seguido
de unas piernas generalmente fuertes y muy musculosas apoyadas por unos pies de
una talla 42 con unos dedos muy bien formados y unas uñas siempre cortas.
Tengo un carácter
bastante tranquilo generalmente, salvo que alguien me moleste bastante ya que
en ese momento sí que tengo un carácter bastante fuerte. Soy gracioso y
divertido y me gusta ayudar al que lo necesite. Con las mujeres suelo ser algo
introvertido, supongo que por cómo me trataron cuando era pequeño ya que era
muy inocente. No soy muy de salir de fiesta ya que prefiero irme a un pub a
tomar una copa y hablar antes que salir a bailar.
Y esto es todo lo
que puedo contar sobre mí, gracias por leer esta descripción y espero que os
haya gustado.
AQUEL LUGAR DE LA INFANCIA
Recuerdo un
pequeño edificio de dos plantas, de color naranja muy apagado en una calle sin
salida.
La entrada
al edificio era metálica, de un color negro como el azabache, y no era bonita, más
bien era tétrica y muy arcaica. Al entrar había unos buzones, seis exactamente,
de un color verde oscuro, los buzones eran de metal.
Al subir
las escaleras rezaba para que algún día pusieran un ascensor ya que al ser un
edificio muy viejo los escalones eran bastante altos y a la hora de subir la
compra era un trabajo bastante costoso.
Vivía en el
primer piso. Había un pasillo abierto con tres puertas de un color marrón oscuro
barnizadas, las cuales daban aún más aspecto tétrico al edificio. El pasillo
era abierto, es decir que se podía ver la calle desde él. Había poca seguridad
ya que la altura del muro era más o menos de un metro y cualquier niño o adulto
podría caerse por él. El suelo era más bien de adoquines de un color rojo
ladrillo.
En ese
pasillo jugábamos mis amigos y yo ya que era muy largo y ancho, suficiente para
poder jugar a la pelota sin ningún problema, menos cuando se caía por encima
del muro.
Una de las
puertas daba a la casa de mi abuela, y el hecho de que este sitio sea tan
especial para hacer una redacción sobre él es que ahí pasé una buena parte de
mi niñez jugando con amigos que hice allí mismo.
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